Sarah Jessica Parker y Claire Danes falsearon su embarazo para televisión. Si ellas pudieron, Antonia también. Tal vez.

Antonia ni siquiera ha anunciado su embarazo y Daniel ya le está celebrando su primer día de la madre. Lindo detalle, pero Antonia no parece estar muy convencida de la pertinencia de la celebración.

Como buena madre primeriza, Antonia no entiende nada de lo que le está pasando a su cuerpo aunque todo el mundo insiste en decirle que todo es "normal". Es que el embarazo es un festival de síntomas, en el que todo se hincha menos el ego.

¿Quién dijo que todo en el embarazo eran unicornios y arco iris? Nauseas matutinas, malas noches, hígado encebollado y remolacha al desayuno. Concesiones de una mujer embarazada.

Antonia no está preparada para asumir su panza que está en el intermedio entre "panza de gordita" y panza de embarazada.

Ya quisiera Nicolas Cage tener el 3% de la volatilidad emocional que las hormonas del embarazo le han dado a Antonia.

A Daniel le sale un trabajo en Medellín, Angela está en un ashram en algún lugar del mundo, doña Bere en... quién sabe. Al parecer Antonia tendrá que aceptar la propuesta de Lele de irse a vivir con ella mientras nace el bebé.

Antonia analiza los beneficios y problemas de su panza de mujer creadora de vida. ¿Disfrutar del amor “tocalón” del pueblo es bueno o malo?

Antonia quiere cambiar de doctor porque su médico fundamentalista no ha hecho más que pintarle el panorama de negro. El nuevo "hombre de su vida" le ayudará a solucionar una buena parte de su ignorancia prenatal.

Antonia y Daniel tienen muchas cosas de qué hablar, ya que se acerca la fecha en que Trinito llegará a este mundo.

¿Cómo va a ser Trino?, ¿A quién se va a parecer? A larga distancia Antonia y Daniel se imaginan cómo será Trinito Patillita Arias.

Llegó la hora de conocer a Trino. ¿Están Antonia y Daniel listos para recibir al bebé?